Los Pez, esas pequeñas figuras de plástico con cabezas desproporcionadas que dispensan dulces, han sido una delicia para jóvenes y adultos desde su creación en la década de 1950. Su historia es una mezcla de ingenio, creatividad y un toque de nostalgia que ha dejado una marca indeleble en la cultura popular.

Fueron inventados por el austriaco Eduard Haas III como una alternativa a los caramelos tradicionales. Haas, quien dirigía una empresa de dulces en Viena, se inspiró en los dispensadores de caramelos para tos que eran comunes en la época. En 1948, presentó su primera creación: una caja de caramelos con forma de mechero que se llamaba «Haas’s Mint Dispenser».

Sin embargo, fue en 1952 cuando nació el verdadero precursor de los Pez. Haas diseñó un dispensador de caramelos de plástico con forma de simpático personaje llamado «PEZ», basado en la palabra alemana para menta, «Pfefferminz». Este primer dispensador se asemejaba a un mechero y era recargable.

Comenzaron a ganar popularidad rápidamente, primero en Europa y luego en Estados Unidos. En 1955, la compañía Pez abrió una fábrica en Connecticut para satisfacer la creciente demanda estadounidense.

La introducción de personajes licenciados en los dispensadores de Pez, como Mickey Mouse y Popeye, ayudó a impulsar aún más su popularidad entre los niños. Además, la compañía continuó innovando con nuevos diseños y sabores de dulces, lo que mantuvo fresco el interés del público.

A pesar de su éxito, los productos no estuvieron exentos de controversias. En la década de 1970, surgieron preocupaciones sobre la seguridad de los juguetes Pez, especialmente en relación con el pequeño tamaño de las piezas y el riesgo de asfixia para los niños pequeños. Como resultado, la compañía implementó cambios en el diseño para hacer los dispensadores más seguros.

Otro desafío surgió en la década de 1990, cuando los coleccionistas de Pez comenzaron a comprar los dispensadores en grandes cantidades, lo que provocó escasez y aumentos de precios en el mercado secundario. Aunque esto generó cierta controversia entre los aficionados, también contribuyó a consolidar la posición de los Pez como objetos de colección.

En la actualidad, los Pez siguen siendo un fenómeno cultural con una base de fans devotos en todo el mundo. La compañía continúa lanzando nuevos diseños y colaboraciones con marcas y franquicias populares, lo que mantiene vivo el interés en sus productos.

Además de los dispensadores de personajes famosos, también han diversificado su línea de productos con dispensadores temáticos que van desde superhéroes hasta personajes de películas. Esto les ha permitido mantenerse relevantes en un mercado cada vez más competitivo.

La historia de los Pez es un testimonio de cómo una idea simple puede convertirse en un fenómeno cultural duradero. Desde sus humildes comienzos en Austria hasta su estatus icónico en la cultura popular global, los Pez continúan deleitando a personas de todas las edades con su irresistible combinación de dulces y diversión.

