El gorro de dormir, conocido también como «nightcap», es una prenda que, aunque hoy en día parece anticuada, tuvo su momento de importancia en la historia de la moda y la vida cotidiana. Su uso se popularizó en Europa durante los siglos XVII y XVIII, y la razón principal para su existencia radica en aspectos prácticos y culturales de la época.
Protección contra el frío
Antes de la invención de la calefacción central, las noches eran frías, especialmente en invierno. Las casas no contaban con el aislamiento adecuado, y las ventanas a menudo dejaban entrar corrientes de aire. Un gorro de dormir ayudaba a mantener la cabeza y, en consecuencia, el cuerpo, más caliente durante la noche. Dado que el calor corporal se pierde rápidamente por la cabeza, cubrirla era una manera eficaz de conservar calor.
Higiene y limpieza
En tiempos en que el baño no era una actividad diaria, mantener el cabello limpio y libre de polvo era un desafío. Un gorro de dormir ayudaba a mantener el cabello en su lugar y protegido de la suciedad que pudiera acumularse en la cama o en el entorno. Además, al mantener el cabello cubierto, se prevenía la proliferación de piojos y otros parásitos, un problema común en aquellos tiempos.
Estilo y costumbre
El gorro de dormir también tenía un componente estético y cultural. Era una prenda asociada con la intimidad del hogar y con la idea de comodidad y descanso. En muchas pinturas y escritos de la época, se puede ver a hombres y mujeres llevando gorros de dormir, lo que refleja su aceptación social y cultural.
Modestia y decoro
En algunas culturas y épocas, cubrirse la cabeza incluso durante el sueño era visto como un signo de modestia y decoro. Esto era especialmente cierto para las mujeres, quienes podían usar el gorro de dormir para mantener una apariencia recatada en el hogar.
El gorrito de dormir, aunque hoy pueda parecer una curiosidad, nos recuerda la importancia de las pequeñas adaptaciones en nuestra vida cotidiana para mejorar nuestro bienestar y confort.
Con el avance de la tecnología y la mejora en las condiciones de vida, el uso del gorro de dormir ha caído en desuso. La calefacción central, la mejora en la higiene personal y los cambios en la moda y las costumbres han hecho que esta prenda se convierta en un objeto del pasado. Sin embargo, el gorro de dormir sigue siendo un símbolo interesante de cómo las personas se adaptaban a su entorno y buscaban comodidad en épocas pasadas.
Burrito Rosa 