En las últimas semanas, «La Casa de los Famosos México» ha estado en el centro de la polémica debido a los comentarios y actitudes violentas expresadas por algunos de sus participantes, en particular, miembros del equipo «Tierra» como Adrián Marcelo, Agustín Fernández, y Sian Chiong. Estos incidentes han desatado una ola de indignación, especialmente en redes sociales, donde se ha cuestionado el manejo de la violencia de género en el programa.
Uno de los momentos más controvertidos fue protagonizado por Adrián Marcelo, quien en una conversación con sus compañeros sugirió arrojarle agua hirviendo en la cara a la participante Briggitte Bozzo. Lejos de ser una broma inofensiva, este comentario refleja una grave falta de sensibilidad y normalización de la violencia. El hecho de que este tipo de comentarios se realicen en un espacio televisivo y se tomen a la ligera por algunos participantes, como Ricardo Peralta y Sabine Moussier, quienes rieron ante la sugerencia, pone en evidencia una preocupante cultura de complicidad y minimización del maltrato.
Además de este incidente, Agustín Fernández también se unió a la conversación sugiriendo que le propinaran «dos patadas recreativas» a Briggitte, lo cual solo agravó la situación y reforzó la narrativa de que la violencia es una forma aceptable de interacción en este contexto. Esta actitud, que fue ignorada o celebrada por otros miembros del equipo, ha sido severamente criticada por la audiencia, que exige sanciones y un cambio de actitud por parte de los responsables del programa.
El problema no se limitó a estos comentarios. En un momento particularmente perturbador, Adrián Marcelo culpó a Briggitte Bozzo de haber sido víctima de abuso sexual, insinuando que su vestimenta había contribuido a los ataques que sufrió. Este tipo de afirmaciones no solo perpetúan la cultura de la violación, sino que también revictimizan a las mujeres, colocándolas injustamente en el centro de la culpabilidad en lugar de a los agresores.
La reacción del público no se ha hecho esperar. Colectivos feministas y especialistas en seguridad de género han exigido la expulsión inmediata de los participantes involucrados en estas declaraciones y comportamientos, argumentando que este tipo de conductas no deben tener cabida en los medios de comunicación. La audiencia ha señalado que la falta de una intervención clara y contundente por parte de la producción del programa solo contribuye a normalizar y perpetuar la violencia de género.
Este caso pone en relieve la necesidad urgente de una reflexión profunda sobre cómo se abordan temas tan delicados como la violencia contra la mujer en la televisión y otros medios. No es suficiente con emitir una disculpa; se requieren acciones concretas que muestren un compromiso real con la erradicación de la violencia de género y la protección de las víctimas. La responsabilidad recae no solo en los participantes, sino también en los productores y en la sociedad como un todo, que debe rechazar firmemente cualquier forma de apología a la violencia.
Conclusión
La apología de la violencia en «La Casa de los Famosos México» es un recordatorio inquietante de los peligros de normalizar comportamientos agresivos y misóginos en los medios. Es imperativo que se tomen medidas correctivas inmediatas para evitar que estos mensajes sigan llegando a la audiencia, particularmente a los jóvenes, que son susceptibles de ser influenciados por lo que ven en televisión. La violencia nunca debe ser motivo de entretenimiento ni de broma; es un problema serio que requiere una respuesta igualmente seria y comprometida.
Burrito Rosa 