El Netorare en Occidente: Traiciones Amorosas con Sabor a Hollywood

El netorare es uno de esos subgéneros en el manga y anime que despierta tantas emociones como polémica. Su encanto oscuro radica en el dolor emocional: la persona traicionada, la entrada de un tercero que desestabiliza la relación, y el morbo de presenciarlo todo. Aunque en el anime este tipo de historias nos llevan al límite de la incomodidad, el cine y las series occidentales también saben coquetear con esta dinámica, solo que lo disfrazan con tramas más sutiles (o no tan sutiles). Aquí te traigo algunos ejemplos en los que Hollywood se pone juguetón con las traiciones amorosas.

1. «The Affair» (2014-2019)
The Affair es una obra maestra del sufrimiento y la infidelidad. Este drama de Showtime no pierde tiempo en mostrar cómo una simple aventura puede destruir no solo matrimonios, sino la autoestima de todos los involucrados. La relación entre Noah y Alison devasta a Helen y Cole, quienes ven sus vidas desmoronarse por un simple desliz de pasión. Lo que lo convierte en un perfecto equivalente del netorare es cómo la serie nos muestra las consecuencias devastadoras desde múltiples perspectivas, dejando que el público disfrute (o sufra) cada pequeño detalle del caos emocional.

2. «Closer» (2004)
En Closer, el juego de seducción y traición está a la orden del día. Larry y Anna, Dan y Alice, se ven envueltos en un enredo de infidelidades donde las emociones están a flor de piel. Uno de los momentos más brutales es cuando Larry (Clive Owen) confronta a su esposa Anna (Julia Roberts) sobre su infidelidad y le lanza la temida pregunta: “¿Te lo tiraste?”. El nivel de devastación y la frialdad con la que estos personajes juegan con las emociones de sus parejas hacen de esta película un ejemplo perfecto de cómo Occidente se atreve a explorar el netorare, aunque lo disfraza con conversaciones intelectuales.

3. «Mad Men» (2007-2015)
Si alguna serie encarna el alma del netorare, esa es Mad Men. Don Draper es un maestro en la manipulación emocional, saltando de cama en cama mientras destroza la vida de todos a su alrededor, incluidos sus seres más cercanos. Betty, su primera esposa, sufre en silencio mientras Don disfruta de aventuras con mujeres más jóvenes y excitantes. El peso emocional aquí recae en las víctimas, que deben soportar la infidelidad con una sonrisa, mientras el protagonista sigue adelante sin remordimientos. Este es el netorare moderno: elegante, brutal y sofisticado.

4. «Unfaithful» (2002)
Si hablamos de traiciones emocionales que nos golpean en lo más profundo, Unfaithful tiene que estar en la lista. Connie, interpretada por Diane Lane, tiene un matrimonio aparentemente perfecto con Edward (Richard Gere), pero pronto cae en la tentación con un joven francés. Este es el corazón del netorare: el engaño se cuece a fuego lento, mientras el esposo ignora lo que sucede. Y cuando lo descubre, la devastación es pura, cruda y violenta. No hay escapatoria emocional para nadie en esta película, un auténtico descenso a los rincones más oscuros del deseo.

5. «Gone Girl» (2014)
En Gone Girl, el juego de traición toma un giro retorcido y oscuro. Nick engaña a su esposa Amy, pero lo que sigue es mucho más que una simple historia de infidelidad. Amy, en una jugada maestra, toma el control y convierte su venganza en una obra de arte emocional. Aunque la película no sigue el patrón clásico del netorare, sí explora esa perversión emocional que tanto amamos: el sufrimiento, la manipulación y, al final, la victoria de quien estaba en una posición de víctima. No se trata solo de traición, sino de cómo la traición puede convertirse en poder.

Conclusión: Traiciones Made in Hollywood
El netorare es ese morbo emocional que nos hace sentir culpables por disfrutarlo. Aunque Hollywood no lo llama por su nombre, los temas de traición amorosa, el engaño y el dolor emocional están profundamente arraigados en muchas de sus películas y series más exitosas. Desde dramas llenos de lágrimas hasta thrillers psicológicos, Occidente sabe jugar con nuestras emociones de una manera que rivaliza con cualquier anime. Al final, todos disfrutamos de ver cómo las relaciones se desmoronan… siempre y cuando no sean las nuestras.

