¿Moana es una Princesa Disney?

¿Disney, en serio? Moana NO es una princesa, y nunca lo será

A ver, Disney, ¿qué parte de «no encaja» no entiendes? Moana es, como dirían algunos, un personaje meh: ni malo, ni espectacular, simplemente ahí, navegando en su propio mar de mediocridad. Y ahora, en un desesperado intento por mantenerla relevante, Disney no solo insiste en forzarla como «princesa», sino que además se viene una película live-action que nadie pidió.

Moana: ¿una princesa? No, gracias

Primero lo primero, Moana no es, ni ha sido, ni será una princesa. Su título oficial es hija del jefe, lo cual no tiene nada que ver con realeza. Pero para Disney, si eres mujer y protagonista, automáticamente te metemos en el catálogo de princesas porque, ya sabes, las tazas y los disfraces no se venden solos.

¿Dónde está el glamour? ¿El reino? ¿El vestido icónico? Moana no tiene nada de eso. Su película fue entretenida, sí, pero su legado cultural es casi inexistente. ¿O acaso alguien la recuerda más allá de su pollito inútil? Su canción «How Far I’ll Go» intentó ser el próximo «Let It Go» y fracasó rotundamente. Honestamente, Moana no está a la altura de una Blancanieves, una Ariel o incluso una Mulan.

La desesperación del live-action

Y como si no fuera suficiente intentar meterla a la fuerza en el club de princesas, ahora Disney ha decidido que necesitamos un live-action de Moana. ¿Por qué? Porque rehacer películas recientes parece ser el único plan que tienen últimamente. La película animada salió en 2016, ¡hace menos de una década! ¿Qué sigue? ¿Un live-action de «Encanto» el próximo año?

Dwayne «La Roca» Johnson, quien interpretó a Maui en la original, regresará al papel porque, claro, nunca dice no a un cheque. Mientras tanto, Moana será interpretada por una actriz debutante, Catherine Laga’aia, que seguro hará un buen trabajo, pero ¿por qué rehacer algo que ni siquiera ha tenido tiempo de envejecer?

¿Por qué insistir en Moana?

La respuesta es simple: dinero. Disney está más enfocado en explotar sus franquicias que en crear algo nuevo. Forzar a Moana como princesa y hacer un live-action no es una celebración del personaje; es un intento descarado de mantener la máquina de mercancías funcionando.

Pero aquí está el problema: Moana no conecta. Su película no tiene la magia ni la chispa para sostenerse como un clásico, y convertirla en princesa o en una estrella de live-action no cambia eso. Es como intentar vendernos arena en el desierto.

En resumen…

Disney, basta. Moana no es una princesa, ni lo será, ni debería serlo. No todos los personajes necesitan encajar en un molde. Y sobre ese live-action, ahórrenselo. Mejor usen esos recursos para crear algo original en lugar de reciclar historias que ya están perdiendo relevancia. Nosotros sabemos la verdad: Moana es un personaje promedio al que están exprimiendo más de lo que merece.

Así que, por favor, guarda tu barco, tu pollito y tu remake, Disney. Nosotros no lo necesitamos.

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