La Reina del Rencor y el Himno de las Dolidas
Hoy, 17 de febrero de 2025, Paquita la del Barrio falleció a los 77 años en su hogar en Veracruz. Su equipo confirmó la noticia en redes sociales, destacando su legado como una artista única e irrepetible. Su partida deja un vacío en la música ranchera y en quienes encontraron en sus canciones un refugio para el desamor.

Si hay algo que México ha sabido exportar con orgullo, además de los tacos y las telenovelas donde todos resultan ser primos, es el sufrimiento musical. Y en ese rubro, Francisca Viveros Barradas, mejor conocida como Paquita la del Barrio, no solo se llevó la medalla de oro, sino que la fundió para convertirla en balas dirigidas a todos los “inútiles” y “ratas de dos patas” que se atrevieron a lastimar a una mujer.

Porque si Juan Gabriel nos enseñó a llorar con dignidad, Paquita nos enseñó a hacer berrinche con tequila en mano y a desearle lo peor al ex, mientras le mandamos una dedicatoria sutil como “Maldito desgraciado, te deseo lo peor, ojalá te dé diarrea en plena boda”.
La voz del despecho bien justificado
Paquita no canta, escupe veneno. Su voz no es de esas dulces que acarician el oído, sino una que te atraviesa el alma con cuchillo de taquero. Y eso es exactamente lo que el pueblo necesitaba. Su historia es la de una mujer que sufrió, que amó con todo, y que cuando la traicionaron, en lugar de hacer yoga o abrir un podcast de autoayuda, agarró un micrófono y decidió destrozar hombres a punta de corridos rancheros.

De ahí nacieron himnos que no solo se cantan, sino que se gritan con odio puro en las cantinas, en las bodas y en cualquier peda donde haya una dolida con el corazón partido y ganas de destrozar su celular.
Porque vamos, ¿quién no ha sentido la necesidad de dedicar “Me Saludas a la Tuya” después de una traición? Si no lo has hecho, es porque probablemente TÚ eres la rata de dos patas.

«Rata de dos patas»: El himno del desprecio mundial
Este himno no solo aplica para exnovios infieles, sino para cualquier ser despreciable que se cruce en nuestro camino. ¿El vecino que pone reguetón a las 3 a.m.? “Rata de dos patas”. ¿El compañero de trabajo que se lleva el crédito por tu esfuerzo? “Rata de dos patas”. ¿Los políticos? Claramente, Paquita se adelantó y les dedicó la canción desde los años 90.
Es tan universalmente aplicable que si hubiera una guerra intergaláctica, en lugar de armas, podríamos simplemente traducirla y dejarla sonar en los altavoces para que los extraterrestres se sientan insultados y desistan de invadirnos.

El ícono feminista sin saberlo
Mientras algunos artistas hacen grandes discursos sobre la igualdad de género, Paquita, con un simple “Me estás oyendo, inútil”, puso en su lugar a generaciones enteras de hombres. No necesitó libros ni conferencias. Bastó con mirarlos directo a los ojos desde el escenario y cantarles en la cara.
Gracias a ella, miles de mujeres descubrieron que no tenían que quedarse calladas, que podían reclamar su dignidad y, de paso, hacerle la vida imposible a su ex con un karaoke bien sentido. Es el empoderamiento versión ranchera, sin filtros y sin diplomacia.

Un legado indestructible
A pesar de los años, de los nuevos géneros musicales y de que la gente ahora dedica indirectas por Instagram en vez de por serenatas, Paquita sigue siendo la reina del despecho. Cada que suena “Tres Veces Te Engañé” o “Cheque en Blanco”, el mundo entero se divide en dos:
- Los que la cantan con orgullo y sed de venganza.
- Los que se sienten atacados porque alguna vez fueron unos inútiles.
Así que sí, Paquita la del Barrio no solo fue una artista, esa una institución, un faro de esperanza para todos los corazones rotos y un recordatorio de que si un hombre te traiciona, al menos puedes asegurarte de que escuche su merecido a todo volumen.

Porque al final del día, puede que el amor sea bonito… pero nada se siente mejor que ver a tu ex sudando frío cuando suena «Rata de Dos Patas» en la fiesta.
Descanse en paz.

