Por Mónica CePer
A mediados de la década de los noventa hubo una explosión de cantautoras que llevaban su música y sus letras a la profundidad de su ser, Fiona Apple con solo 19 años en su debut probó las mieles del éxito con TIDAL, permitiéndole ser reconocida por la industria musical, sin embargo, esa honestidad característica de la también pianista al recibir el premio MTV VMA en 1997 como Mejor Artista Nuevo y decir que el mundo era una mierda fue lo que obstaculizo y limitó su ascenso a la estratosfera de las celebridades juveniles. El tiempo siempre pasa factura y 23 años después (17 de abril de 2020) le permitió regresar por lo que verdaderamente merecía, con su quinto álbum de estudio FETCH THE BOLT CUTTERS y la excelencia de 5 estrellas entre los diversos críticos musicales.

Letrista prodigiosa y músico excepcional, desde ese primer acercamiento al mundo discográfico, TIDAL permitió a Apple volcar su personalidad en 10 piezas que expresaban angustia, subversión, pena y por supuesto provocación. Pasando por amores perdidos, deseos reprimidos, orgullo, redención, jugar con fuego y los sentimientos de otros, hasta llegar a las metáforas de una agresión sexual vivida durante su pubertad. Escuchar las estrofas de cada canción permite ser removido como arena por la marea, por ende, el título del disco concuerda a la perfección con el dolor de ser adolescente sin entender las emociones y pasar por ello tratando de mantenerse fiel a si misma.

Como un ejercicio de mi propia fuerza de voluntad trataré de explicar en menos de 20 palabras de manera individual los tracks que comprenden uno de los álbumes más puros y que dan esencia a esta poetisa musical, exponiendo sus vísceras con el único fin de expresar, por medio del arte, su proceso para sanar los aspectos negativos y los vestigios de esplendor en su ser.

1. SLEEP TO DREAM: Escrita acerca de un ex novio patán cuando ella sólo tenía 14 años.
2. SULLEN GIRL: Víctima de una violación por un desconocido Fiona convirtió la música en su catarsis.
3. SHADOWBOXER: Un amante, novio o amigo, la persona que da pelea a un corazón que se niega a olvidar.
4. CRIMINAL: No es un dulce Oops I did it again, es la cruel confesión ante romper un corazón.
5. SLOW LIKE HONEY: Permanecer en silencio los aterra. Quieren saber ¿cuáles son nuestros secretos? Y ¿quién está dispuesto a escucharlos?
6. THE FIRST TASTE: La anticipación del primer beso o algo más profundo y en la espera la persecución es la mayor diversión.
7. NEVER IS A PROMISE: Se rompen corazones y con ello las promesas.
8. THE CHILD IS GONE: En medio de los cambios deseamos pertenecer, pero al mismo tiempo se genera el deseo de no molestar.
9. PALE SEPTEMBER: Lo único que interrumpe el gusto por la soledad es el amor.
10. CARRION: Lo hecho está hecho y si el amor se acabó tratemos de salvar lo que alguna vez nos unió.

En conjunto este debut mostró una artista novel con un alma vieja, capaz de unir su talento junto con otros artesanos que dieron vida a este disco, por ejemplo, la fotografía presentada en el booklet corrió a cargo de Nathaniel Goldberg, fotógrafo reconocido por sus portadas con las revistas VOGUE y HARPER’S BAZAAR. El trabajo realizado en TIDAL hace prevalecer las tonalidades monocromáticas, a excepción de la portada, cuya sutil colorimetración permite enfocar la vista en el azul claro de los ojos y la palidez de la piel de la cantante.
En el complemento visual, los vídeos musicales que se realizaron para promocionar los sencillos fueron dirigidos por verdaderos genios detrás de la lente: Joseph Kahn en «Shadowboxer», Stéphane Sednaoui con «Sleep to Dream» y «Never Is a Promise», Mark Romanek «Criminal», tal vez el menos conocido en este listado sea el director Dewey Nicks con «The First Taste» el cual fuese mayormente reconocido por su labor publicitario con las firmas Nike, Tommy Hilfiger, Levis y Ralph Lauren.

Fiona Apple no es una gran cantante, es excelsa como músico, compositora, artista e intérprete y cuando expresa por medio de las notas del piano su alma destrozada como lo ha hecho desde Tidal con «Shadowboxer» hasta «I Want You To Love Me» en Fetch the Bolt Cutters, sus palabras se vuelven navajas cortando el alma.

La profundidad con que expresa el desamor, hartazgo y desesperación por concluir una relación que no da para más, de la cual ha sido exprimida y drenada dejándola en un vacío emocional se hace patente en su segundo album «When the Pawn…» precisamente en el noveno track titulado «Get Gone», el piano se funde con su desgarradora voz que comparte en cada tecla, fusionando ira y dolor. Fiona Apple, es una de las artistas que inspiran y permiten recordar que un corazón roto, se expresa por medio del arte.

En conclusión, en el caso específico de TIDAL es el tipo de álbum que se convierte en un clásico con el paso del tiempo y debería ser reconocido por no caducar en su mensaje tan vigente hoy en día, en el cual se hace tanto énfasis: el empoderamiento de una mujer yace de un sinfín de anécdotas dolorosas que le permiten crecer aún en medio de la rechifla de un público que en una entrega de premios musicales sólo espera que repitas el mensaje que quieren oír.